viernes, 10 de julio de 2009
Nombre completo: Edward Anthony Masen Cullen
Especie: Vampiro
Fecha de nacimiento: 20 de junio de 1901
Fecha de transformación en vampiro: 1918
Lugar de origen: Chicago, Illinois
Color del pelo: Castaño claro
Color de los ojos: Dorados/Negros
Estatura: 6´2´´ (190 cm)
Descripción física: Desgarbado. Aspecto juvenil. Pelo desordenado
Talentos especiales: Leer las mentes
Ocupación: Matriculado en el instituto de Forks
Familiares: Hijo natural de Edward y Elizabeth Masen. Hijo adoptivo de Carlise y Esme Cullen, hermano de Alice y Emmett Cullen así como de Rosalie y Jasper Hale.
Quién le transformó: Carlise Cullen
Hobbies: Colecciona coches, toca el piano
Coche: Volvo S60R (plateado), Aston Martin (plateado)
Historia personal: La vida humana de Edward en Chicago era feliz y tranquila. Sus padres tenían bastante dinero porque su padre fue un abogado de éxito. La mayor preocupación de su madre era el echo de que había estallado la Primera Guerra Mundial y a Edward le faltaba solo un año para alistarse ya que la edad mínima había sido reducida a 18 años en agosto de 1918.
En septiembre del mismo año la epidemia de gripe mató a los padres de Edward y estuvo a punto de acabar con él también. Su médico fue Carlise Cullen, el cual le salvó la vida transformándole en vampiro. Fue la madre de Edward quien le pidió al doctor Cullen que salvara a su hijo. Ella parecía saber que Carlise podría salvarle de una manera especial y le suplicó que lo hiciera.
A partir de ese momento, Edward, se hizo pasar por el hijo adoptivo de Carlise o por el hermano menor de su esposa, hasta que la familia se trasladó a su hogar actual. Ha estudiado dos veces la carrera de medicina, pero nunca la ha ejercido. Le encanta conducir deprisa y colecciona coches como afición.
Desde 1927 hasta 1931 Edward tuvo un período de rebeldía y durante esos años vivió por su cuenta lejos de Carlise y Esme. Creyó que podría alimentarse de humanos si fueran realmente malvados y usaba sus habilidades especiales para evitar a los inocentes. Después de un tiempo descubrió que “no podía rehuir la deuda de haber tomado demasiadas vidas, sin importar cuánto se lo merecieran”, y regresó con Carlise y Esme, que le acogieron con los brazos abiertos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario